XVI ANTOLOGÍA
PREMIO OROLA DE VIVENCIAS
2022
PRÓLOGO
El Premio Orola se ha consolidado en el panorama de las letras hispanas en un momento en que el mundo latino muestra su pujanza y no se resigna a hacer de comparsa en el campo de las lenguas universales.
Su lema de «Facer Españas» se va afianzando y adquiriendo un prestigio indudable.
Nuestro ideal es vertebrar a quinientos millones de personas a través de nuestra maravillosa lengua.
Iberia conocemos que existió, pero carecía del concepto de imperio que, en cambio, trajeron los romanos. Anteriormente Iberia sufrió las invasiones de los pueblos fenicios, griegos, celtas y cartagineses que simplemente establecieron bases comerciales en zonas marítimas sin una gran implantación y dominación.
Roma sí tenía esa vocación de crear el imperio y en Iberia supo cimentar el proyecto de una Hispania con éxito evidente. La primera base de ese imperio fue la imposición de la lengua latina en toda Europa irradiada desde Roma hasta Galicia por un lado y por otro, Rumanía, Asia Menor y norte de África. El Imperio romano perdió su fuerza generatriz con la llegada de los pueblos bárbaros y con la unidad conseguida con la cristianización constantiniana que duró hasta la caída de Bizancio ante el turco en 1453.
Iberia se había convertido en Hispania y le dio emperadores como Trajano, Adriano, Marco Aurelio y Teodosio y literatos como Séneca, Quintiliano y Marcial.
Sobre estas bases nació el reino visigodo. Estos reyes godos lo cristianizaron y al mismo tiempo consiguieron unificar toda Hispania. En esa labor tuvo una destacada actuación el obispo y santo Isidoro de Sevilla con los concilios toledanos, quien contribuyó a asentar la lengua hispanorromana y adoptar una legislación común.
Tres siglos duró el afianzamiento del reino godo que sucumbió ante el poderío invasor árabe, la autoridad político-religiosa de los sultanes de Damasco.
Nuevamente el espíritu propio de los pueblos iberos, romanos y godos dominó los pueblos de Hispania. La invasión árabe creó al-Ándalus que, solo trabajosamente y después de ocho siglos, fue reconquistada por los cinco reinos de Hispania.
A partir del siglo viii, desde los reinos de Asturias, León, Navarra y Aragón, se lucha y solo se consigue la unidad con el matrimonio de los herederos de Castilla y Aragón, los Reyes Católicos.
Esta es la historia de siete siglos de gestación del reino de las Españas. A partir del siglo xv, este reino de las Españas se amplía merced al descubrimiento de las Indias y, durante casi quinientos años, se articula un nuevo imperio al estilo de la Roma latina.
Con estos antecedentes y superando los humanos errores, considero que España constituye un gozne de la historia universal, tiene una visión en el marco de la historia de la humanidad que debe ser estudiada y encomiada. Con esta finalidad se creó por esta editorial el Premio «Facer Españas».
Se trata ahora de construir nuestro auténtico «relato» que, año tras año, conforme nuestra verdadera historia y la pregone con sus perfiles auténticos.
Base fundamental de este relato es el engarce de la evolución experimentada a través de los siglos, sin perder en ningún momento la continuidad existente entre la unidad de la Hispania romana, la Hispania goda, la España silente del período musulmán, la España de la Reconquista, la España imperial de los Austrias, la España ultramarina de las Indias y el Pacífico, la España del Siglo de Oro de la cultura, la España europeizante de los Borbones, para concluir en la España actual, en la que nuevamente hablamos de las Españas hermanadas por la lengua común.
Son más de cien autores los que participan año tras año. Pertenecen a más de veinticuatro Españas, unidos por los profundos lazos de esa historia común.
Sabemos que es muy difícil conservar un paradigma como el que nos guía, pero el alma de las Españas mantendrá la misma vigencia y su permanente ideal.
El próximo año 2023, el tema que se propone estará dedicado a la figura central de san Isidoro de Sevilla que ayudó a forjar la unidad lingüística de la Hispania peninsular, sin descuidar la unidad religiosa, a fraguar un ideal de unidad y a asegurar la continuidad histórica del mundo antiguo con el medieval y el moderno, hasta el punto de haber sido llamado, con rigor, el eslabón de la historia de España.
San Isidoro de Sevilla es un personaje clave para todo el que quiera conocer los orígenes de nuestra España. Este personaje reúne las condiciones de tres sociedades que cohabitaban: hispanorromanos, visigodos y judíos.
La creación de Hispania es el fruto de la fusión de godos e hispanorromanos. La existencia de Bizancio tiene también su importancia para la romanización de España con estructuras godas y fusiones del derecho romano con influencias cristianas. San Isidoro logró completar la unidad política con la unidad religiosa desbancando el arrianismo.
La colaboración con la Iglesia es vital para lograr la unidad en los distintos territorios. Los suevos tardan en acoplarse al nuevo reino que nace de la mano de Leovigildo y su hijo Recaredo.
La personalidad de Isidoro se complementa con su producción literaria muy inspirada en los tratados de los autores griegos y romanos.
Destaca la amplitud de sus escritos que son considerados como esenciales en todo el ámbito del nuevo reino. Son múltiples los tratados: Laus Spaniae; Etimologías; Historia de los godos, vándalos y suevos; Sentencias; De natura rerum, etc.
Destaca el hecho de que estos son estudiados y sirven de modelo para las cancillerías de la Edad Media.
Hablar de Isidoro de Sevilla es como recobrar la personalidad de un hombre preclaro que necesita ser visitado en sus diversas facetas que sirven para ver en vivo la rica personalidad de un hombre representativo, de una sociedad que simbolizaba lo que iba a ser más adelante no la España decadente del siglo VIII, sino la España de los concilios de Toledo.
Hay que volver a los orígenes de una España que nunca perderá su personalidad y su identidad dentro del concierto de las naciones.
El relato de España está implícito en todos los mensajes que nos lanza Isidoro de Sevilla.
Todo esto es un proyecto que siempre ha existido en España y que procuraremos no desaparezca nunca. Nuestra responsabilidad será mantener el fuego sagrado de la herencia recibida.
La Reconquista se apoyó en sus textos y en la lengua latina, en sus prestaciones gallegas, castellanas, navarras, aragonesas y catalanas.
El impulso del castellano en las Américas inclinó la balanza a favor del español consagrado por Fernando III el Santo y su hijo Alfonso X que supieron dar a la lengua castellana la primacía para el nuevo imperio.
Nada es fortuito y el resultado de estos antecedentes culmina por dar al español la lengua de todas estas Españas.
A partir de aquí nuevamente invitamos a todos nuestros escritores a participar en la decimoséptima convocatoria del premio para seguir construyendo nuestro argumentario histórico-literario y revertir la oscuridad derivada de la leyenda negra en un nuevo estadio de luz y energía vital, positiva e intensa, que ayude a superar la visión mezquina imperante. Es demasiado lo que hemos ido perdiendo. Es hora de reconquistarlo y recrear todo lo que nos une a través de nuestra lengua, de nuestro arte y de nuestra religión.
Una vez más repetimos que nuestra misión es ir siempre plus ultra.
Fernando Orlando (presidente y editor)
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